Si la sangre ya está seca, lo mejor es lavarla con agua y amoniaco.
Si caen unas gotas de sangre en tu ropa, nunca lave la prenda con agua caliente. Lo recomendado es que frote la mancha con una pasta de agua y almidón en polvo. Deje secar la pasta sobre la mancha y luego frote la costra que allí se forma.